para quién...
"La mayoría de la gente vive su vida en una tranquila desesperación."
​
E. D. Thoreau
El fondo que nos hace humanos es, sencillamente, ser.
​
Y, con frecuencia, ese ser anda anegado, escondido, hechizado, temeroso, cegado, ansioso, asustado, distraído, avergonzado, sufriente y en suspenso, huyendo hacia delante, capturado por los mil y un personajes que creemos ser… Y duele.
Porque duele no ser lo que somos.
​
​
Franko b
“El ignorante,
aparte de ser zarandeado de muchos modos por las causas exteriores
y de no poseer jamás el verdadero contento del ánimo,
vive, además, casi inconsciente de sí mismo”
​
B. Spinoza
El cuidado de sí, saber de uno mismo,
es, quizá, la tarea más esencial
de todo ser humano.
​
​
​
​
​
Precisamente el genuino deseo de saber y cuidar de sí es, quizá, el mejor motivo para comenzar un proceso.
​
También el sufrimiento generado por situaciones difíciles (pérdidas, encrucijadas vitales, momentos críticos, vivencias dolorosas o etapas complejas...), con frecuencia supone una llamada a la detención y al cuidado y un motivo especialmente indicado para solicitar consulta filosófica.
​
Igualmente un malestar inespecífico o el descentramiento sin causa aparente se ilumina de manera fecunda en nuestro proceso.
​
​
El acompañamiento filosófico sapiencial ofrece un espacio de diálogo profundo e indagación filosófica para comprender la raíz del malestar.
​
Observarlo y cuestionarlo con radicalidad filosófica promueve que el sufrimiento evitable pierda su razón de ser. ​
​
La consulta filosófica descansa en la certeza de que para el ser humano esta labor de radical comprensión es, con frecuencia, más necesaria y fecunda que enfrentar el malestar patologizándolo o simplemente reeducándolo. Más genuina que buscando prótesis de sentido fuera de sí.
Mirar el mundo y muchas de las dimensiones del sufrimiento es ver con frecuencia al ser humano desgajado de sí, ausente, huyendo hacia delante, atrapado, simulando felicidad y viviendo con valores y discursos prestados.
Poner nuestra vida a la luz de la Filosofía nos conecta con la dimensión más honda, real y sentida de lo que somos.
Desde el autoconocimiento profundo cualquier experiencia cobra verdadero sentido y la existencia recupera su luz natural.
​
​
"Aquello que es noche para todas las criaturas, es día para el dueño de sí mismo..."
Bhagavad Gita